Los Aberrantes frutos del militarismo.
País del Sagrado corazón vampiro, porque acá todo come sangre, todo necesita sangre, todo odia, odia y odia. País del Sagrado Corazón Vampiro Capitalista, que vende y compra manos de insurgentes y cadáveres de Nadie (todo aquél que pueda parecer guerrillero muerto en combate), país gobernado por sembradores de auto-atentados que matan aquí y allá. País psicópata.
Hace a penas un mes muchos nos hallábamos tirando voladores, quemando años viejos y abrazando a los queridos que aún tenemos cerca, muchos nos dejamos embriagar con la buena onda que da iniciar año. Tal vez bastantes decidieron dejar a un lado tanta cosa que archivó nuestra cabeza en el 2008, las ejecuciones extrajudiciales, el genocidio perpetuado por las fuerzas armadas contra los indígenas marchantes en noviembre, las capturas sin orden judicial de compañeros estudiantes y profesores, todo quisimos olvidarlo con el “faltan 5 pa las doce” (lo que es la memoria a corto plazo) . Sin embargo, desafortunadamente contamos con un gobierno lo suficientemente atento en recordarnos lo atroz que es y el 2009 empezó con el pie ultraderecho, con el mismo con el que terminó el 2008, pero con un toque de descaro y un mandatario algo más afanado por legitimar su seguridad democrática.
Entre ejecuciones extrajudiciales, auto- atentados, allanamientos y capturas sin orden judicial, los falsos positivos empiezan a llenar nuestro joven almanaque 2009. Por falso positivo entendemos, parafraseando la lógica militar del país, un resultado “positivo” por parte de este grupo armado en particular, cuando en realidad este resultado no existe. Falsos positivos en los últimos meses han sido las ejecuciones extrajudiciales de la familia de indígenas Kankuamos en Magdalena el 31 de diciembre, el asesinato de el esposo de Aída Quilcué el 16 del mismo mes, la captura extrajudicial del compañero de Tejer, el allanamiento al centro cultural El Salmón, el extraño atentado al BlockBuster de la 82, el carro bomba que explotó casualmente mientras las FARC liberaban algunos prisioneros, entre otros tantos que no han sido anunciados por T.V o que han contado como meras cifras en los últimos días a raíz de la nueva tanda de casos de ejecuciones extrajudiciales a jóvenes luego hechos pasar como guerrilleros muertos en combate.
Bien, la acepción más usada de la expresión falso positivo es vinculándola a las ejecuciones extrajudiciales, recordaran los lectores el escándalo del año pasado cuando se supo que 19 jóvenes de Soacha habían sido asesinados por las Fuerzas Armadas, usando sus cadáveres para engrosar las cifras de muerte y guerra que tanto enorgullecen al gobierno y su seguridad democrática. Así mismo durante ese boom se develaron por los medios otros 18 casos en Risaralda, 27 en Sucre y Córdoba, 4 en Popayán y otros tantos en Medellín y Remedios Antioquia. En los dos meses que han corrido del 2009 ya se han denunciado en los medios 2 nuevos casos en Bogotá y al menos 30 en Casanare.
Pero detengámonos, que las cifras, además de escandalizar y lograr algunas destituciones dentro de las instituciones siempre podridas de este país, han ocasionado que se desvincule el problema de su meollo, han despojado de su subjetividad a las víctimas y han hecho de estas justo lo que en parte se quiere desde arriba que sean, Nadies. Hay que hilar más fino, preguntémonos por un momento para qué le sirve al gobierno un falso positivo, además, claro está de lograr para los militares, como recompensa, varios pasos agigantados en sus carreras de muerte. Un falso positivo sirve para:
-Legitimar la seguridad democrática, decir que se ha dado de baja a tal número de guerrilleros en combate cuando no es verdad;
- Para deshacerse el Estado de la oposición, como sucedió con los indígenas asesinados durante la minga, un falso positivo, decir que este movimiento popular estaba relacionado con las FARC y tras esto disparar a mansalva contra la marcha asesinado cantidades de indígenas,
-Alimentar la figura del enemigo interno, crear terror y con esto la ficción de que el pueblo necesita de un gran líder supremo que mantenga el orden.
-De nuevo crear terror y garantizar de esta forma que en los barrios la comunidad no se organice autónomamente
-Hacer limpieza social en los barrios marginales de las ciudades del país.
Mi nombre es María, pero podría llamarme Claudia, Juan, Marcos, John o Maritza, podría ser cualquiera de ustedes, los que como yo dicen, parchan o colectivizan, los que en la práctica actúan por un país mejor, donde la cultura del terror y el hambre no nos suma en un pesado silencio. Lo peor es que incluso también podría ser alguno de los que no, alguno de los que , por hambre, miedo o ambas callan. Sería de los que trabajan, se levantan con el estómago crujiente y crujientes se van a conseguir lo del día. Seré de los estudiantes, el compa que llega tarde y mira por debajo de unas cejas pobladas. Joven amante fui.
Ayer fui de los que toman pola en la tienda, los del partidito de fútbol en atardecer de barrio bogotano en las polvorosas colinas de esta ciudad enorme. Fui joven de Ciudad Bolívar, de Usme, de San Cristobal, joven en Soacha, en
“Que horror, que país tan violento” diría la acomodada señora burguesa mientras ve en su plasma como marcha su Colombia es Pasión, luego tal vez se pararía y dentro pensaría “Pero hasta terroristas habrían de ser”.
Tenemos presente nuestro derecho a vivir en paz, pero, también tenemos presente nuestro derecho natural a la vida, éste debe de ser respetado y defendido a capa y espada. Porque amamos la vida repudiamos la lógica de muerte belicista y fascista de este gobierno. Este periódico, como parte de un movimiento libertario que cree en la posibilidad del cambio social y así mismo se articula con los procesos de base, saluda al movimiento de víctimas de crímenes de estado, y a aquellos que caminamos junto a éste, por los esfuerzos y logros en la lucha por la memoria y contra la impunidad y por un mundo donde, como dicen los compas chiapanecos, quepan todos los mundos. Falsos positivos NUNCA MÁS.
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