viernes, 9 de octubre de 2009

Organización No 6 Boletín de la Red Libertaria Popular Mateo Kramer. Agosto 2009

Organización No 6
Boletín de la Red Libertaria Popular Mateo Kramer
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redlibertariapmk@gmail.com

¡Estamos en Minga Libertaria!

La Minga aparece para comunicar, para rebelarse, para hacer y reconstruir la historia. Minga, una tradición precolombina que quiere decir trabajar y luchar juntxs por un objetivo común, describe las metas logradas que desde hace 10 años identifican una nueva forma de ejercer la política por parte de los movimientos indígenas en el país. Perspectiva que hoy en día se extiende a más sectores, sujetos y actores que caminan con el pensamiento y la acción hacia la libertad, la soberanía y la dignidad.

A partir de lo anterior, es posible reconocer dos acepciones en cuanto al concepto Minga: la primera, referida a la noción que pone en evidencia el reconocimiento constante del otro en la vida de lxs demás. La segunda, que ratifica esta perspectiva, le atribuye elementos que definen la propuesta de construcción política y la iniciativa movilizadora nacional.

Es entonces cuando se nos viene a la memoria aquel noviembre de 2008 en el que la más grande expresión de este proceso anduvo por regiones, por pueblos y veredas, por ciudades y capitales; aquella Minga de Resistencia Social y Comunitaria que partió de la María Piendamó para recorrer el país y exigir justicia social y compromiso de un gobierno indolente con los sectores populares. Hoy esta caminata continúa su ruta, edificando alternativas y propuestas, madurando y confrontando la lógica de lo imposible en acciones concretas, reescribiendo la noción de unidad y dejando en claro que el Poder Popular es un hecho. Nosotras y nosotros en la Red Libertaria Popular Mateo Kramer hacemos Minga trabajando en horizontalidad, buscando puntos comunes, ejerciendo el poder que es de todxs y no de unxs pocos, apostándole a cambiar el mundo desde nuestro tejido en Red y junto a otrxs que ven en la lucha por la libertad, su compromiso de vida.

A su vez nos hacemos parte del proceso de movilización que implica la búsqueda de la articulación entre lo político y lo social hacia un proyecto de nación, que supere lo reivindicativo, los miedos y las exclusividades gremiales, posicionando la emancipación desde la base como fundamento de nuestra propuesta política.

Para el mes de octubre la Red Libertaria Popular Mateo Kramer, seguirá en la Minga a través de un ejercicio al que bautizó Minga Libertaria, en el cual el sentir libertario y la rebeldía popular se hacen expresiones propias de la ética por la vida y la libertad, dejando nuevamente en evidencia que lo que nos propone la Minga es recobrar lo humano, la sencillez y las ganas de contagiarse de alegría y creatividad.

El movimiento por la liberación animal también está en Minga

Estamos en Minga y estamos para levantar el poder del pueblo. Un compromiso histórico nos llama a la acción y a la rebeldía, a la construcción y a la transformación radical de nuestra sociedad, a la liberación de nuestros pueblos explotados de la tierra sitiada y destruida y de los millones de animales no-humanos que también sufren en el actual sistema de explotación. Este es el momento en que se empiezan a unir las voces, y los activistas por la liberación animal y de la tierra también se levantan y caminan la palabra junto al pueblo. No hay explotación sin víctimas y los animales no-humanos son explotados diariamente por pertenecer a otra especie. Sus vidas son utilizadas como fuerza de trabajo para entretenernos, alimentarnos o vestirnos. Minga es liberación de los pueblos, de la Tierra y, por qué no, de los demás animales también.

No podemos seguir pensando una liberación animal sin un compromiso político concreto. En Colombia el problema político es tan complejo, que resulta un desatino creer que las distintas manifestaciones de violencia estén desligadas entre sí. Desde los propios discursos sobre la alimentación hasta lo más complejo de nuestra estructura económico-política, se pueden ver las huellas de la miseria y la imposición de una civilización enferma. El desarraigo territorial y cultural que nuestros pueblos indígenas han tenido que vivir y la violencia que los ha subyugado durante siglos, se intensifican hoy en día con el gobierno de Álvaro Uribe, la política de seguridad democrática y el modelo económico neoliberal. Por eso no resulta sorprendente que también para aquellos que luchan por la abolición de la explotación animal éste resulte ser un momento decisivo, en el cual las contradicciones sociales se intensifican y la explotación animal y la destrucción de la Tierra se multiplican exponencialmente. Pérdida de soberanía, aumento de la exportación de productos de origen animal a causa de los TLC, degradación de suelos y emisión de gases de efecto invernadero por la tecnificación del campo y la ampliación de fronteras: un panorama muy oscuro ante un horizonte de esperanza que se abre y que nos recuerda que la lucha y la resistencia son una necesidad. Este horizonte es la Minga. La sensibilidad ante el sufrimiento animal no-humano no es una cuestión de compasión sino más bien de ética y política. Los animales esclavizados y explotados tienen que ser liberados. Su esclavitud y explotación, en este sentido, no son fenómenos aislados de la realidad política, de la injusticia económica, del desplazamiento, de la explotación de los recursos; todas ellas tienen una misma causa: el sistema capitalista. Para los que creemos en la liberación animal porque consideramos que cada animal no-humano es un sujeto libre y que su libertad es tan importante como la de nosotros y nosotras, consideramos que esta lucha no puede estar separada de otras luchas de liberación.

La ganadería es un caso claro de cómo el sistema capitalista explota, esclaviza y destruye la naturaleza y a los animales, al mismo tiempo que impone un modelo económico y tecnológico que acaba con las economías locales, arruinado la seguridad alimentaria de las regiones a la vez que las aterroriza por medio de la violencia paramilitar.

La Minga nos llama a denunciar las injusticias de este sistema y de este gobierno, a salir a las calles, a tomarnos la palabra, a construir con el pueblo organizando la resistencia y la revolución… y esta revolución es también liberación animal, la cual no es posible mientras siga habiendo bases militares, multinacionales y seguridad democrática. La liberación animal en Colombia es posible si se asume un compromiso político y si la liberación humana se realiza como lucha organizada de un pueblo consiente y sensible ante la esclavitud de los animales no humanos y de la Tierra.

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