jueves, 30 de abril de 2009

El Capitalismo y su puerca Pandemia.


¡El mejor tapabocas es la lucha!



En el aire se respira confusión y temor. Un virus desconocido, vino al mundo hace menos de un mes y por obra de su santidad, el mercado mundial, se ha expandido al mundo. Empezó a ser conocido con una declaración de conmoción pública en México y ha llevado a que en todo el mundo se recomiende no saludar de mano a la otra gente y no respirar muy profundo.


No hubo que declarar el Estado de Sitio para que por todos lados se escuchara decir que 2 personas juntas es un peligro, ni hubo que dar ningún Golpe de Estado para que se viera como el Ejercito asumía, primero en México y quizás luego en todo el mundo, todas las funciones de orden, control y convivencia pública, no hubo que imponer el terror paramilitar, ni decretar ninguna política de “noche y niebla” para que la gente se quede encerrada y aislada dentro de sus propias casas, o bueno a los que todavía la crisis no les ha quitado la suya.


Si señores y señoras, el mundo esta atemorizado. El hundimiento de la economía, las agresiones contra oriente, la corrupción y el futbol, temas a los que ya nos habíamos acostumbrado han paso de repente a un segundo plano y el nuevo show prepara y destaca su nuevos actores: Los ministros de salud se han vuelto cantante de pop, las multinacionales farmacéuticas algo así como ángeles guardianes y los marranos se han convertido en Dios: Omnipresentes e inocentes.


Y así mientras se desarrolla está película los hospitales se colman gente desesperada que pide por una cura y los medios masivos de información se han convertido en simpáticos instructores de pánico: No salga, no toque, no respire.


Sin embargo en medio de tanta locura, real o inventada, no hay que olvidar quienes son los verdaderos culpables: Las granjas industriales que encierran a miles de cerdos en pequeños espacios infernales, en medio de podredumbre y condiciones antihigiénicas , los tratados de libre comercio que arruinan y despojan a los campesinos, haciendo que estos vivan en medio del hambre, la miseria y la insalubridad, las corporaciones de comida basura, que engordan los animales a punta de inyecciones hormonales, manipulan su código genético para obtener un mejor producto y destruyen con indiferencia el medio ambiente, los conglomerados que privatizan y aniquilan los sistemas de salud pública, descuartizan los hospitales y luego, tras haber convertido la salud en mercancía, la subastan a los pocos que pueden pagarla y por supuesto las farmacéuticas, que se roban las medicinas sociales y ancestrales, las patentan y se encarga de suministrarlas luego al mejor postor.


Si la pandemia es un alucine o si es una amenaza real, no es posible responderlo por ahora, pero igual es claro que en ves de soluciones mágicas de los gobiernos o milagros realizados por sabios egoístas, la mejor opción sigue siendo la investigación y la difusión colectiva, la limpieza y la asistencia en común y en general las actividades y tareas de los propios interesados realizadas según sus propios intereses.


¡El verdadero antivirus es la organización y la lucha y la verdadera cura el poder popular. Que cada casa y cada comunidad se conviertan en hospitales, farmacias y trincheras de combate!


1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con el artículo, muy pocos son los responsables de estas enfermedades, y son muchos los que sufren por estas iresponsabilidad, pienso que los gobiernos deben apoyarse durante estas circunstancias, ahora mientras se mantienen los gobiernos, ya que el próximo año serán las elecciones en este país. Claro está que el nuevo dirigente también debe dar su apoyo a los vecinos, hace poco encontré un portal que habla sobre las elecciones en Colombia en 2010.

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